Autocuidado

¿Qué es el autocuidado?

Mientras pensaba que todo el mundo conocía este concepto, hace unos días durante una asesoría, me encontré con que esta palabreja que yo usaba con frecuencia y soltura era bastante desconocida.

Bien es cierto, que hay muchas formas de entender el autocuidado.

Seguramente si hablas con una nutricionista te comentará que supone alimentarse de manera equilibrada de acuerdo a tus necesidades. Si lo comentas con una asesora de belleza te comentará que se trata de cuidarse la piel y el cabello. Y si lo comentas con una psicóloga te comentará que se trata de cuidar tus emociones.

Mi versión de autocuidado es un poco más extensa y trasciende más allá de un plan concreto.

El autocuidado trata de plenitud. De armonía. Y para conseguirlo considero que es fundamental que lleves a cabo un cuidado integral que suponga: cuidar de ti, cuidar de otros y dejar que te cuiden.

Cuando me refiero a cuidar de ti, me refiero a cuidar de tus necesidades tanto físicas como emocionales. Trata de cuidarte por dentro y por fuera. 

Por otro lado, cuidar de otros es el mayor gesto de agradecimiento que podemos tener hacia los demás. Poner al servicio de otras personas tu tiempo y habilidades te llenará de satisfacción, además de ofrecerte la oportunidad de devolverle a la vida todo lo que esta te ha enseñado.   

Y por último, dejar que te cuiden.

Ofrecerle a otra persona la oportunidad de cuidarte es el mayor gesto de agradecimiento que puedes tener hacia ti misma. Supone dejarte llevar, confiar, sentirte segura, dejar hacer y permitirte recibir de corazón. Es maravilloso sentir que te miman y que al igual que tu te entregas a los demás, también dejas que otros te dedique su tiempo permitiendo que se sientan bien consigo mismos. 

Estos tres pilares deben cumplir una condición fundamental: estar en equilibrio entre ellos.

Para practicar el autocuidado desde estos tres pilares, necesitaras trabajar una serie de herramientas que te ayudará a conseguir un desarrollo armonioso y te permitan alcanzar la sensación de plenitud.

La primera de las herramientas está relacionada con el cuidado físico como necesidad fisiológica. Este cuidado físico se refiere al cuidado corporal, facial, del cabello, una alimentación sana, practicar ejercicio regularmente y respirar adecuadamente.

Cultivar tu mente y aportarle los recursos necesarios para romper con creencias ya establecidas, sería la siguiente herramienta a trabajar para llevar a cabo tu autocuidado. Trata de enriquecer tu intelecto y de practicar el desapego de aquello que te genere ataduras.

Aprende a escucharte, aprende a amar de forma sana, entra en contacto con la naturaleza y practica ejercicios que te vinculen a ella.

Favorece el tránsito de energía vital a través del uso de esencias, de alimentos vivos o del cuidado de los chakras.

Y por último, cultivar la espiritualidad a través de la práctica de la meditación.

El autocuidado es un estilo de vida, que lejos de parecerse al egoísmo, te ayudará a organizar tu día a día en concordancia con tus valores y tu esencia, poniendo en primer lugar a la persona más importante de tu vida: TU.

Si necesitas una guía para realizar este cambio en tu estilo de vida, me gustaría que me dieras la oportunidad de ayudarte. 

Reserva un café virtual conmigo, en un ambiente relajado y sin tensiones, ya que no pretendo venderte nada. Evaluaremos juntas tu proceso: si veo que te puedo ayudar te diré como y si creo que no puedo ayudarte, también te lo diré. ¿Te apetece?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *